Las ves en la discoteca bailando en lo alto de una tarima, babeas con ellas cuando surge la idea entre los amigos de ir a tomarse una copa a un peep show, te apetece follártelas ahí mismo cuando están contoneando sus cuerpos, y hoy además vas a conocer su vida. Aitana nos invita a su barrio, nos lleva a los sitios que frecuenta, le acompañamos a sus quehaceres diarios y además conseguimos que nos haga un pase privado y exclusivo de una de sus especialidades, el baile erótico. Por supuesto y después de tirarnos toda la mañana con ella Aitana es una chica agradecida, acaba follando con nosotros para poner la guinda del pastel a una mañana con una strepper. Y la verdad es que tenemos que reconocer que con esa elasticidad y esa forma de abrirse de piernas, tenemos claro que todo el mundo debe follarse a una strepper al menos una vez en la vida. Con vosotros: Aitana.
