Seguro que todos recordáis a ese tímida estudiante de un pequeño pueblo de Hungría llamada Andrea Pesuk que acabó llorando en su primer casting porno y daba la sensación de chica tímida que poco o nada había follado en la vida. Mucho ha cambiado esta chica desde entonces y es que podemos decir, más que orgullosos, que hemos moldeado a una verdadera puta. Andrea ha pasado de la nada al todo en escasos 6 meses y ahora hace una dieta de pollas diarias en un oscuro piso de dudosa reputación en un barrio de Valencia de cuyo nombre no queremos acordarnos. No podíamos dejar pasar la oportunidad de hacerla una visita para ver cómo han evolucionado sus artes amatorias y de paso invitar a un fan suyo a catar sus generosas carnes. Y es que esta jovencita cuyo objetivo cuando vino a España era aprender nuestro idioma parece ser que ha cambiado de rumbo. No dudamos que de aqui a poco podrá ser una verdadera catedrática en el arte de las pollas. Como la empiezan a gustar a la perra, esto ya es una obsesión.
