El experimento es sencillo: una cartera repleta de billetes que -accidentalmente- se cae al suelo, un sitio donde podemos encontrar jovencitas con escasos recursos que han venido a la capital a buscar trabajo: estación de RENFE, un diálogo superfluo y un padre separado y enrollado que quiere que su hijo se desvirgue. EL MAL PADRE inicia su aventura y después de mucho buscar tenemos a nuestra primera víctima. Su nombre es Noelia, 23 años y ha venido desde Vigo en busca de trabajo como esteticista. Después de tantearla y saber que puede ser una víctima perfecta pasamos a la acción se ha quedado medio tirada en Madrid y nosotros no dudamos en buscarla trabajo: primero nos inventamos una falsa oferta de trabajo como camarera para después ofrecerla 300€ por depilar -muy a fondo- a mi virgen hijo. Aunque parece que no nos entiende del todo bien acepta venir con nosotros a unos apartamentos donde empieza a comprender que no solo de depilarse trata la cosa. No tiene dinero, no pone reparos.. PAPÁ SE PUEDE QUEDAR A VERLO. El que escribe estas línea, y como espectador de lujo, solo os puede decir: LOS 300€ MEJOR INVERTIDOS DE MI VIDA.
